El equipo de investigación de la organización de protección de los consumidores probó varios aparatos de cocina: un horno eléctrico convencional, una freidora de aire, una olla a presión, una olla de cocción lenta, una placa de inducción y un horno halógeno. Realizaron una serie de tareas culinarias para averiguar cuál era el que acababa saliendo más barato y cuál preparaba la mejor comida. En todas las pruebas, la freidora de aire costaba mucho menos que el horno eléctrico: entre un tercio y la mitad (33 % – 46 %) del coste de funcionamiento. Además, cocinaba los alimentos más rápido y con mejores resultados. Ten en cuenta que si tienes un horno de gas, te costará menos usarlo que uno eléctrico, pero sigue sin ser ni de lejos tan económico como usar una freidora de aire. Puedes ver todos los resultados en la página de Which? Es una organización británica, por lo que los resultados están en libras y peniques, pero las proporciones serán similares en cualquier parte del mundo. No bastante, aunque uses a diario tu freidora de aire, puede que no la estés utilizando de la forma más eficaz que podrías. Para aprovechar al máximo su potencial de ahorro, sigue los consejos que te proponemos a continuación.

¡Úsala también para hornear!

Cuando la gente piensa en una freidora de aire, suele pensar en comida bastante “plana” como nuggets de pollo congelados y patatas fritas. Pero se puede utilizar para mucho más que eso: es un mini horno de convección, por lo que es capaz de hacer todo lo que hace un horno. Si estás haciendo una tarta, probablemente enciendas el horno por costumbre. Pero estarás calentando un espacio bastante grande solo para cocinar algo bastante pequeño, derrochando electricidad y dinero. Todo lo que necesitas es un molde para hornear que quepa dentro de tu freidora de aire. Si no tienes uno, merece la pena invertir en él. Seguramente tendrás que pensar en pasteles redondos en vez de rectangulares por el espacio que permite el airfryer. También tendrás que ajustar el tiempo de cocción, y puede que necesites un par de intentos hasta que le pilles el punto. Pero el ahorro puede ser considerable. Which? descubrió que un pastel horneado en una freidora de aire tardaba solo 33 minutos y costaba 8 céntimos de electricidad, frente a los 56 minutos y 24 céntimos de un horno eléctrico. Además, el resultado era aún mejor que el de un pastel horneado al estilo tradicional.

Problemas resueltos con pan y agua

Las freidoras de aire cocinan rápidamente, impulsando aire caliente alrededor de los alimentos. Es un método eficaz, pero puede plantear problemas que no estás acostumbrado a resolver. No te desanimes: hay trucos que puedes utilizar. La freidora de aire echa humo: si cocinas alimentos grasientos como bacon en la freidora de aire, puede que el aceite se acumule en el fondo y empiece a quemarse durante la cocción. Pero hay soluciones fáciles. Puedes poner una rebanada de pan debajo de la cesta para que absorba el aceite, o añadir una cucharada o dos de agua al fondo del cajón para evitar que el aceite se queme. Otro problema común, es el de ver volar tu comida por los aires. Sí, estamos exagerando: en realidad queremos decir que si metes sándwich en una freidora de aire, es muy probable que cuando abras el cajón donde metiste el sandwich veas todo revuelto. Esto tiene una solución super sencilla: poner uno par de palillos que sujeten el sandwich. ¿Se te había ocurrido?

Que haya espacio suficiente

Una freidora de aire funciona haciendo circular aire caliente alrededor de los alimentos. Esto significa que para obtener los mejores resultados, debes asegurarte de que haya suficiente espacio entre los alimentos que cocinas. Esto también ayudará a obtener los resultados crujientes por los que se conoce a las freidoras de aire. Si sobrecargas la cesta, verás que los alimentos no se cocinan bien y pueden quedar empapados. Al final, lo que esto significa es cocinar durante más tiempo, lo que supondrá un derroche de energía y dinero. Esto no significa que tengas que separar los alimentos por completo. De hecho, una de las mejores cosas para cocinar en una freidora de aire son los ñoquis: saldrán gomosos, crujientes y deliciosos. Pero puedes cocinar un montón entero: todo lo que tienes que hacer es parar la cocción una o dos veces y sacudir la cesta para asegurarte de que se ha expuesto uniformemente al aire caliente. Del mismo modo, si estás cocinando pescado o carne, detén el programa a mitad de cocción para dar la vuelta a los alimentos. Así no tendrás que añadir unos minutos más al tiempo de cocción. Muchas freidoras de aire emiten un pitido en el 50-60 % del programa para recordarte que agites la cesta o des la vuelta a los alimentos, pero si la tuya no lo hace, programa una alarma.

No olvides limpiar este elemento oculto

Todos somos culpables de no limpiar el interior del horno. Es engorroso, difícil de limpiar y fácil de posponer. Pero con una freidora de aire no hay excusa. En la mayoría de los casos, la cesta y el cajón se pueden meter en el lavavajillas. En el manual de su aparato encontrará si puede hacerlo con el suyo. Si no encuentras el manual, busca la marca y el modelo en Internet. Si no se puede meter en el lavavajillas, las superficies antiadherentes de la cesta y el cajón facilitan el lavado a mano. Incluso puedes forrarlos con papel de aluminio o una bandeja de horno para facilitar la limpieza. Pero hay otra parte de la freidora que necesita un mantenimiento regular. Si retiras el cajón de la freidora de aire, verás una bobina de calentamiento encima. Si se mancha de comida quemada, no solo afectará al sabor y al olor de la próxima comida que prepares, sino también al rendimiento de cocción del aparato. Cuando se haya enfriado, limpia la bobina con un cepillo suave o una esponja de fregar. No utilices jabón ni lo mojes demasiado. Si tienes una freidora de aire más pequeña, puedes darle la vuelta para facilitar esta tarea.

Usa las herramientas correctas

Una freidora de aire consume entre un tercio y la mitad de electricidad que un horno. Pero si la usas dos o tres veces para cocinar distintas partes de una comida (por ejemplo, pollo, verduras asadas y patatas asadas), el ahorro se esfuma. Por eso, si tienes que cocinar varios platos a la vez, lo más económico es hacerlos todos juntos en el horno. Solo pagas una vez por el tiempo de cocción y, si tu horno está lleno, probablemente merezca la pena. Si utilizas varios aparatos, pagarás varias veces. Pero si solo vas a preparar dos platos, la opción más barata puede ser utilizar dos aparatos de bajo coste a la vez, como el microondas y la freidora. El equipo de Which? descubrió que cocinar una patata asada en el microondas costaba 5 céntimos, en lugar de 13 en la freidora o 37 en el horno. Aun así, se pierde la piel crujiente. Puedes leer más sobre lo que cuestan tus electrodomésticos o, si estás pensando en comprar una freidora de aire, echa un vistazo a nuestro resumen de las mejores freidoras de aire que hemos probado para ver nuestras recomendaciones.